Un juicio por accidente de tráfico se desarrolla principalmente por vía civil, salvo los supuestos más graves o en los que concurran otro tipo de circunstancias. En general, el procedimiento se inicia con la presentación de la demanda que realiza la víctima del accidente. A continuación, se suceden las participaciones de ambas partes, demandado y demandante hasta que el juez llega a una sentencia. La sentencia pone fin al juicio.
La elección del abogado es un factor clave para que el juicio se resuelva en el menor tiempo posible. Acudir a un profesional experto en tráfico garantizará la celeridad de las acciones y los mejores resultados.
La situación que se genera a partir de un accidente de tráfico no siempre termina en un juicio. Antes de la instancia judicial, la víctima y la aseguradora que representa al responsable deben iniciar acciones por vía extrajudicial para intentar lograr acuerdos.
Sin embargo, estos acuerdos no siempre son posibles. Cuando no se logran, el perjudicado puede presentar una demanda para proseguir con la reclamación por vía judicial.
Los motivos que más frecuentemente llevan a juicio por accidente de tráfico son:
La instancia judicial solo es aconsejable cuando se tiene la certeza de que se puede justificar la demanda. De no existir pruebas suficientes que convenzan al juez, el hecho de ir a juicio será una pérdida de tiempo y de dinero.
Cuando la víctima de un accidente de tráfico decide realizar una demanda judicial, tiene dos opciones: acudir a un procedimiento civil o penal. La decisión de la vía más adecuada depende de las circunstancias del concreto.
Por vía civil se reclama la responsabilidad extracontractual para determinar las partidas indemnizatorias que correspondan. De la cuantía solicitada dependerá el tipo de juicio civil y su procedimiento. Puede ser verbal u ordinario.
Desde la última reforma que entro en vigor el día 20 de marzo de 2024, el juicio verbal es procedente cuando la indemnización que se reclama es menor o igual a 15.000 euros. El procedimiento es el siguiente:
En esta instancia, las partes manifiestan verbalmente sus pretensiones. También pueden exhibir documentos y otros testimonios para justificar sus peticiones.
Los juicios verbales que no requieren de vista, se limitan a notificar a la aseguradora de la existencia de la demanda. Cuando esta contesta, se dicta sentencia.
La sentencia puede ser recurrida si alguna de las partes no está de acuerdo con la resolución, siempre y cuando la cuantía reclamada sea igual o superior a 3.000 euros.
Mediante juicio verbal, se resuelven casos en los que las lesiones y los daños patrimoniales son leves, por lo que la reclamación es menor.
El juicio ordinario corresponde cuando la reclamación supera los 15.000 euros. Se trata de casos de lesiones graves o de accidentes en los que hubo fallecidos.
El procedimiento es más largo y completo que el del juicio verbal. El procedimiento es el siguiente:
Este es el procedimiento completo del juicio ordinario. Sin embargo, puede acortarse por acuerdos de partes en fases anteriores a la sentencia.
Corresponde un juicio penal cuando se considera que en el accidente se cometieron delitos tipificados en el Código Penal. Por ejemplo, homicidio o lesiones imprudentes o dolosas, conductas de conducción temeraria, conducción con alcoholemia positiva o bajo efectos de drogas, entre otros casos. El demandante espera sanciones penales para el culpable del accidente.
Se sigue el siguiente procedimiento:
El perjudicado presentará su denuncia en un Juzgado de Instrucción. Acompañará la carta de demanda con la documentación probatoria: atestados de las autoridades actuantes en el accidente, declaraciones del denunciante, del denunciado y de testigos, informes periciales y todo otro documento que sea útil para justificar la reclamación.
El Juez de Instrucción determinará si hubo presunto delito o no. La fase de instrucción es fundamental para establecer los fundamentos del caso y recopilar las pruebas que se practicarán en el procedimiento penal.
En caso de que el juez de Instrucción determine que hay indicios racionales de la comisión de delito, se inicia el juicio oral. El Ministerio Fiscal y las acusaciones particulares o populares en su caso presentarán sus escritos y el abogado del acusado procederá con la defensa. Ambas partes expondrán sus argumentos y pruebas.
Después de las deliberaciones, una vez concluido el juicio, el tribunal dicta una sentencia en la que determinan los delitos y sus penas, así como la responsabilidad civil derivada de los delitos. Esta sentencia puede ser recurrida.
La duración de un juicio por accidente de tráfico depende las circunstancias particulares de cada caso concreto. También inciden condiciones externas, como la saturación del juzgado que lo tramita, y la complejidad de determinados asuntos.
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